Muchas personas en Guatemala desprecian el grafiti pro pensar que se trata vandalismo de “mareros” al igual que los tatuajes y demás expresiones que estas personas adoptaran para mal
.
La sociedad guatemalteca esta condicionada a recibir el arte en formas convencionales como las galerías o museos, sin embargo el graffiti urbano alcanza al pueblo en las calles, en sus propios escenarios de vida y de maneras realmente inesperadas.
Podríamos hablar sobre el nacimiento del arte del graffiti, echando un vistazo a la ciudad de Nueva York, como también nacía en la ciudad de Paris, pero hoy que buscamos reivindicar la historia del graffiti nacional nos encontramos con la historia de nuestro pueblo.
Hoy el graffiti ha crecido de las pintas a letras más elaboradas con personajes diversos, textos poéticos y muchos colores, combinación entre pintura y pinceles y spraycans y la ocasional: ¡Préndale fuego mano! ¡Con un encendedor...!
Sin embargo algunas personas tienen una visión distinta sobre el graffiti, hablan sobre el “graffiti legal” o “graffiti de galería” pero al hacerlo de esta manera, al extraerlo de la calle, es decir de su contexto social, le están arrebatando el espíritu con el cual nació y lo están condenando a ser exclusivo de las elites, donde los únicos tags legales serán Novella, Castillo, García Granados o Gutiérrez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario